Analizando la vida que he recorrido hasta hoy me doy cuenta de que se podría resumir en 7 u 8 momentos claves que han ido determinando quién soy y como he llegado hasta aquí. También tengo la impresión de que han ido marcando el camino que he de recorrer.
La historia de la humanidad también se explica en grandes hitos. El control del fuego, la muerte de un judío en una cruz, la caída del ultimo emperador romano, la llegada de occidente a América, la toma de poder de Hitler en Alemania, la bomba atómica, la llegada del hombre a la luna... son todos echos relevantes que marcan el recorrido de la historia y determinan hacia donde nos dirigimos como especie y a donde llevamos a este planeta (del que nos guste o no tenemos responsabilidad en su cuidado).
Estos hitos se escriben con letras de imprenta en los manuales de historia de los colegios, son cuestiones que determinan la nota de alumnos de todo el planeta, sirven para tener la sensación de continuidad con los que estuvieron antes y con los que vendrán. Son el cómodo colchón en el que nos reclinamos pensando que sabemos cuales han sido los pasos a seguir hasta llegar aquí.
Sin embargo esto no es muestra más que de nuestro afán simplificador y sintetizador. Los hitos no son más que el resumen de pequeñas decisiones, historias, que conducen hasta la consecución de un hecho más o menos llamativo.
No es posible entender la llegada del hombre a la luna, sin pensar en todos los físicos, matemáticos, filosofos, geometras, etc... que han existido desde Tales de Mileto, Pitágoras, etc... hasta nuestros días.
Es imposible pensar en la llegada de Hitler al poder de no haber sido por un caldo de cultivo que había calado en las masas de la Alemania de 1934, y ese caldo de cultivo es en realidad, un político anterior con ideas xenófobas, un locutor de radio alterado, un panfleto pegado a una pared, una tertulia a gritos en un bar, una conversación entre dos ancianitas en la cola del pan, un niño pequeño repitiendo sin entender el comentario de un padre que llegó cansado a casa... Todos son pequeños gestos, el efecto mariposa que se produce en cada pequeño comentario, en cada ligera actitud.
Preguntémonos pués antes de decir la siguiente palabra o hacer la siguiente acción, si vamos a añadir nuestro granito de arena a crear un hito y a que hito queremos contribuir.
Dicho esto, debo velar porque lo que haga en cada momento contribuya a crear mis siguientes hitos vitales, haciendo siempre lo que debe llevarme a los fines que me he marcado.
Me encantaría pensar que en la vida las cosas son así de fáciles, nada más lejos de la realidad. El número de pequeñas decisiones que conforman nuestra vida es infinito. Por suerte esto se simplifica con la historia.
Recuerda todo lo que digas o hagas podrá ser utilizado en tu contra por la historia.
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